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¿Puede aportar pruebas un detective en un juicio por violencia de género?
Efectivamente, el detective privado puede aportar pruebas en un juicio por violencia de género siempre y cuando sea contratado por un tercero legitimado. Este delito puede ser investigado por un detective privado ya que trata aspectos relativos al ámbito personal (de otra parte, la violencia doméstica tiene lugar en el ámbito familiar). Como ya conocemos, esta investigación debe ser llevada a cabo respondiendo siempre a los principios de proporcionalidad, necesidad, idoneidad y razonabilidad.
Las pruebas que pudieran obtenerse se reflejarán en el informe de investigación (que debe ser ratificado en sede judicial) además de los datos de la persona encargada, el objeto contratado, los medios, los resultados… Dicho informe será presentado en juicio como prueba testifical (documento privado).
Esta situación es muy común y a la vez muy desconocida para una víctima primeriza, de ahí la importancia de que exista esa tercera persona (detective privado), que pueda agilizar el proceso jurídico y colaborar para que finalice lo más pronto posible una situación límite como es la violencia de género.
Es cierto que, como medida de prevención primaria (momento en el que aún no se ha llevado a cabo la agresión, sino que se intenta impedir ese primer episodio de violencia), la investigación puede encontrar dificultades ya que se exceptúan de la indagación los domicilios o lugares reservados para evitar que puedan resultar lesionados derechos fundamentales como, principalmente, es en este caso la intimidad personal. Todo ello se encuentra reflejado en el artículo 48 de la Ley 5/2014.
Otras situaciones difíciles de ser demostradas ante el juez son las agresiones verbales, aunque también hay vías de investigación para poder probar este tipo de agresiones.
Como comentábamos, la investigación puede aportar pruebas o indicios como medida de prevención primaria, pero una vez que la agresión se ha producido el informe de investigación puede servir de gran ayuda.
Contratar a un detective privado resulta ser la manera más discreta de tener controlado al agresor (ya que en muchos casos suelen infringir las medidas cautelares interpuesta por el juez). Además, desde mi punto de vista, considero que la víctima se siente mucho más segura si puede contar con la ayuda de este profesional.
¿Cómo puedo conseguir pruebas para demostrar malos tratos?
En estos casos, la contravigilancia es la técnica más utilizada. Gracias a este procedimiento se consiguen grabaciones, audios y fotos que nos servirán como prueba el día del juicio (además de actuar los detectives como testigos de los hechos ocurridos).
Esta contravigilancia puede constar de un seguimiento a la víctima y así poder demostrar las acusaciones propuestas por la misma, siempre realizadas en espacios públicos o lugares abiertos al público (amenazas, daños a bienes materiales, abusos de confianza, humillaciones… las cuales resultan ser complicadas de demostrar), aportando veracidad a estas acusaciones y pretendiendo evitar que las agresiones empeoren en el futuro. También se puede efectuar un seguimiento al agresor, para así verificar si las medidas establecidas por el juez, como suele ser una orden de alejamiento (tanto respecto de la víctima como de familiares, amigos…) es cumplida o quebrantada por el investigado y con ello, grabarlo y avisar a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Otra medida que puede darse es el impago de una pensión de manutención, por lo que un detective privado podrá comprobar la situación económica real del infractor y así requerir el pago.
¿Dónde están los límites de un detective privado?
Indirectamente esta pregunta ha sido contestada en la primera cuestión al comentar el tema del respeto al ámbito privado (domicilios o lugares reservados), limitando y reduciendo así la investigación del detective para evitar conculcar algún derecho fundamental del investigado.
Además, quería mencionar la prohibición que tienen los detectives privados a la hora de acceder a los datos de personas que tienen antecedentes por violencia de género. En mi opinión, si bien esto supone un límite o dificultad a la hora de investigar, también implica el respeto la intimidad de las personas.
Contacta con un detective privado para la violencia de género.
En el supuesto de que fuese víctima de violencia de género, buscaría la máxima discreción posible. Buscaría en los sitios web de diferentes empresas y antes de contratar el servicio me aseguraría de que el profesional contratado reúne, efectivamente, todos los requisitos para ejercer dicha investigación y, además, que esté habilitado para ello como se especifica en el artículo 27 de la Ley 5/2014. Ejemplo de ello sería exigirle estuviese en posesión de la tarjeta de identidad profesional (TIP).
Además, me interesaría por saber si este profesional tiene experiencia en casos similares al que quiero encargar, pidiéndole la acreditación emitida por el Ministerio de Interior (ya que puede ser muy bueno, pero a lo mejor en otros ámbitos).
También me parece necesario comprobar y exigir capacidad y competencia para ratificar el informe de investigación en sede judicial. Además, necesitaría que me asegurase que protegerían eficientemente toda la documentación, las pruebas y que mantendrían totalmente su deber de secreto profesional.
Una vez confirmado todo lo anterior prestaría especial atención al contrato realizado, observando que se dejan fijados todos los requisitos del mismo (capacidad de obrar y consentimiento de ambas partes y que el objeto sea cierto).
Existen muchas empresas que se aprovechan de la situación de desesperación en la que se encuentra el cliente y suele haber engaños. En estos casos habría que acudir y aplicar el régimen sancionador del Título VI de la Ley 5/2014 y dependiendo de la gravedad de la infracción cometida, así corresponderá su sanción.