Son muchos los mitos sobre detectives e investigadores privados que se han ido moldeando gracias al cine. Hollywood ha sido el principal publicista de esta profesión, son centenares las películas y series que han tenido como protagonistas a investigadores privados, hasta el punto que los actores han pasado a ser iconos del mundo de la investigación. Desde Sherlock Holmes, pasando por nuestro Pepe Carvalho hasta Steve McQueen en su famoso papel de Bullit, constituyen nuestra idea fundamental de lo que es un detective.
Así, desde hace muchos años las películas y series se apoyan en la profesión del detective privado para recrear el esclarecimiento de un posible crimen o un caso de investigación sobre cualquier intriga o hecho delictivo. Si bien es cierto que este mundo de ficción muestra a un tipo de detective que tiene como misión obtener información y pruebas para ayudar a la toma de decisiones, no siempre hacen uso de prácticas o técnicas legales para conseguirlos.
De esta forma, el cine, la televisión y la literatura de investigación han creado leyendas sobre detectives que a veces nos inducen a pensar que es posible que se den en la vida real. Por ejemplo, podemos pensar que un detective puede investigar todo tipo de delitos sin limitación alguna, que el detective tiene acceso a todo tipo de información sin restricciones, que el detective puede realizar grabaciones de audio y video en cualquier sitio sin ninguna autorización, etc…
Es importante que conozcamos realmente hasta qué punto los mitos y leyendas sobre detectives son reales o no, sobre todo para no cometer ningún error o crearnos falsas expectativas a la hora de contratar un detective privado.
¿Cuáles son los mitos falsos sobre investigadores privados en España?
En España la profesión del detective privado o investigador privado está regulada por la Ley de Seguridad Privada, que establece claramente los requisitos necesarios para ser detective privado y los límites legales de esta profesión.
La ley no solamente dicta una ética profesional que ha de regir la profesión, sino que también ayuda a desmentir aquellos mitos sobre detectives que nos hemos ido creando.
Por tanto, siguiendo estrictamente Ley de Seguridad Privada podemos desmentir ciertos falsos mitos sobre los detectives, como por ejemplo:
- Cualquier persona sin estudios en materia de investigación privada pero con conocimiento de “técnicas espías” puede ser detective.
- No hace falta ningún tipo de acreditación por parte del Ministerio del Interior para ejercer la profesión.
- Se puede investigar cualquier hecho sea delictivo o no.
- Se puede investigar cualquier cosa sin ningún objetivo o interés legitimado.
- El detective cuenta con acceso a cualquier tipo de información sin ninguna restricción.
- El detective puede realizar grabaciones de audio y video en cualquier sitio sin autorización, como puede ser: en un baño, dentro de una habitación de hotel, en nuestra casa, etc…
- Espías y detectives son la misma profesión.
- El detective puede hacer uso de técnicas y herramientas para acceder a cualquier dispositivo con el fin de interceptar cualquier tipo de comunicación.
Todos los puntos anteriores son mitos o leyendas que hemos ido interiorizando como verdades sobre la profesión de detective, pero la Ley de Seguridad Privada nos sitúa frente a la realidad y nos ayuda a desmentirlos:
- Para ser detective privado, no solo es necesario sino que es un requisito de obligado cumplimiento tener estudios universitarios en materia de investigación privada, además de contar con conocimientos de técnicas y herramientas que faciliten la investigación.
- Todo detective privado debe poseer su respectiva tarjeta de identificación profesional (TIP), que acredita que está habilitado por el Ministerio del Interior para ejercer su profesión.
- El detective no puede investigar ningún delito, solo hechos a instancia de parte.
- Es necesario que exista un interés legítimo por parte del solicitante para que el detective pueda realizar dicha investigación.
- El detective tiene acceso a cierta información, pero con determinados límites, es decir, no tiene un acceso “libre” y en muchos casos no puede llegar a todo tipo de información.
- No es posible realizar grabaciones que vulneren el derecho a la intimidad de las personas.
- Una cosa es ser espía y otra cosa es ser detective.
- El detective nunca puede hacer uso de técnicas que vulneren el derecho al secreto de las comunicaciones o telecomunicaciones de las personas.